Pollo teriyaki (con ingredientes occidentales)

1. Deshuesar el pollo y cortarlo en trocitos.

2. Poner los trozos en una sartén a fuego fuerte, con la piel boca abajo. No necesita aceite ya que la piel ya suelta bastante grasa. Cocer hasta que la piel esté bien doradita, y, llegados a ese punto, darle la vuelta. Cocer por el otro lado hasta que esté hecho el pollo. No olvidarse de echarle un poco de sal durante la cocción.

3. Mientras tanto, mezclar los ingredientes de la salsa teriyaki en una cacerola pequeña: la salsa de soja, el vino blanco, el vinagre de vino blanco y el azúcar. Llevar a ebullición y remover un poco para que el azúcar no se pegue abajo. Cuando llega a punto de ebullición, retiramos la cacerola del fuego y reservamos.

4. En el momento que veamos que el pollo está hecho (tampoco tiene que estar demasiado hecho porque terminará de cocer en este paso), bajamos el fuego hasta 3 sobre 9 (en mi caso) y le agregamos la salsa teriyaki. Dejamos cocer a fuego lento con una tapa unos 20-30 minutos, o hasta que la salsa se espese un poco.

5. Al acabar, servimos los trozos de pollo junto con arroz, y echamos la salsa por encima del pollo. Podemos también echar unas cuantas semillas de sésamo tostadas por encima de nuestro pollo teriyaki. ¡Y listo!

6. NOTA: El pollo se queda muy tierno por dentro (por la salsa) y con la piel crujiente.

7. (Fotografía propia: al arroz se le echó una hoja de wakame para darle más sabor.)