Pasta con salsa de mascarpone y ternera

1. Sin llegar a la sencillez de abrir un bote de tomate frito y echárselo a los macarrones, preparar la salsa de mascarpone y ternera es bastante fácil. Solo hay que tener un poquito de paciencia al derretir el queso y mezclarlo con el vinagre, que será lo primero que hagamos.

2. Así pues, en un cazo, colocamos los 125 gr. de mascarpone, calentando a fuego medio/bajo para que se derrita lentamente. Después batimos dos cucharadas de vinagre de Módena en un cuenco pequeño, con una pizca de sal, y lo añadimos al cazo, removiendo poco a poco hasta que se forme una salsa homogénea.

3. Después añadimos la yema del huevo y seguimos removiendo, siempre a fuego lento, para que ésta no cuaje del todo.

4. Mientras tanto, habremos cortado la ternera en tiras, abierto unas cuantas nueces y cortado en rodajas el puerro (la parte blanca y la verde clara). En una sartén con un poco de aceite, doramos la carne, luego salteamos el puerro, añadimos también las nueces, ajustamos de sal y pimienta y reservamos.

5. Cuando tengamos la pasta al punto, la mezclamos con la salsa de mascarpone y la ternera y servimos. Si queremos que tenga un aspecto más fresco, podemos servir la pasta, la salsa sobre ésta y por último la ternera y el puerro. Con el toque verde de este último parecerá un plato diferente, aunque luego debamos mezclarlo igualmente para disfrutar de su sabor.

6. Decir que la pasta con salsa de mascarpone y ternera es sorprendente es quedarse corto. El dulzor del queso contrasta con la acidez del vinagre, el sabor de la carne y el crujiente que aporta el puerro. Además, como no se usa demasiado queso, no resulta especialmente pesada. ¡Ah! Con unas lascas de parmesano por encima está sublime.